Modernización en la mecanización para transformar suelos fértiles en suelos productivos.
Por: Ingeniero Agrónomo Álvaro de Jesús Rodas Peláez, Investigador en nutrición de suelos y forrajes.
Hola amigos de Tierra Pastos y Ganado. Si nos devolvemos a los años 55 a 60, donde comenzaron a establecerse los postulados sobre la ganadería, se estableció un refrán o postulado, “los pastos hay que manejarlos como un verdadero cultivo”, 50 años después, el resultado hoy es todo lo contrario a esta frase: potreros degradados llenos de malezas; en cada metro cuadrado de cada finca, desaparece la comida progresivamente, en donde los pocos pastos que tenemos compiten con las malezas por espacio, luz y nutrientes; puedo asegurarles que en cada metro cuadrado que un ganadero tiene en su finca, no solamente está desapareciendo la comida, sino que está abundando un complejo de malezas que están extrayendo los nutrientes que se necesita para los cultivos de forrajes.
“Quien no tenga 1 metro cuadrado en su finca, jamás sabrá cuánta comida está produciendo, jamás sabrá cuánto pasto está dejando de producir, jamás sabrá cuánto vale producir un kilo de pasto y mientras usted no sepa cuánto vale producir un kilo de pasto jamás sabrá cuánto vale producir un kilo de carne o 1 litro de leche”.
En cada metro cuadrado de Latinoamérica está pasando esto, se dice que una maleza es una planta fuera de lugar y el peor enemigo de un pasto es el concepto empírico de producir carne y leche con los pastos de mala calidad que hemos encontrado en nuestras investigaciones en diferentes países. Pero entonces, ¿si un suelo es capaz de dar esta calidad de malezas, si la maleza sirviera para producir carne y leche?, podría decir que «si el ganado supiera cómo producir pastos en cantidad y calidad nos enseñarían a nosotros los hombres a producir carne y leche» y este mismo concepto lo aplico para malezas, “si la maleza sirviera para producir carne y leche, si la maleza nos permitiera tener entre 5 y 7 cabezas por hectárea, pues que no exista siquiera el maíz forrajero, ni los pastos de corte, ni los pastos para pastoreo, que existan malezas”; pero la genética que tenemos hoy no la podemos manejar con los pastos de nuestros abuelos, en la forma como nuestros abuelos administraron los pastos empíricamente, por inercia, por tradición, creo que nosotros no tenemos una cultura en Latinoamérica empresarial agroganadera, nosotros somos ganaderos por inercia, por empirismo, por error, porque nos vendieron una finca en un negocio, porque nos debían una plata, por un trueque, por equivocación o por herencia, pero si el suelo es capaz de producir maleza, entonces no hay suelo malo, sino suelo mal manejado.
El concepto de suelo es muy profundo no hay suelo malo, y por el sólo hecho de que un suelo sea negro no quiere decir que sea el mejor, y por el sólo hecho que un suelo sea amarillo no quiere decir que sea el peor, “hay suelos mal manejados, mal administrados y mal nutridos”, por desconocimiento de suelos, entonces lo mismo hacemos con los pastos, el desconocimiento que nosotros mismos tenemos de forrajes, de pastos, es grandísimo; debemos preparar y enseñar a la futuras generaciones que los pastos hay que manejarlos como un verdadero cultivo, pero en la tierra, en el suelo, aprendiendo a nutrir suelos, aprendiendo nutrir la tierra, para decir que en vez de malezas hay comida. Hoy, después de tres décadas de investigación, Tierra Pastos y Ganado ha desarrollado la técnica para nutrir suelos, técnicamente sembrar pasturas y administrar los pastos como un verdadero cultivo.
Miremos esto, en un ejercicio que realizamos en una de nuestras investigaciones, tomamos un lote de una hectárea e hicimos un aforo para ver cuantos kilos de maleza producimos por metro cuadrado, y nos encontramos con una producción de 5 kilos por metro cuadrado. En este metro cuadrado se dejó de producir comida, sí es real, dejamos de producir 5 kilos de forraje por producir 5 kilos de malezas, si fuera ganadería intensiva, técnicamente manejada, estaríamos en cada pastoreo dejando de producir 50,000 kilos por pastoreo y con un período de descanso de 40 días, serían nueve pastoreos, esto quiere decir que en este lote estamos dejando de producir 450,000 kilos de comida en promedio, 450 toneladas hectárea año, porque si yo tuviera cinco kilos de comida, en este momento yo podría tener un promedio de cinco a siete cabezas por hectárea en producción de carne y leche, pero no las tengo, ¿por qué no las tengo?, porque en lugar de comida tengo malezas, y las malezas no sirven para producir carne y leche, en países como Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras y México, donde tierra pastos y ganado ha desarrollado investigaciones, nos hemos encontrado con que no se producen más de 70 mil kilos de pastos hectárea año en ganadería extensiva, donde la capacidad de carga es de menos de 0.5 cabezas por hectárea año.
El problema más grande que nosotros tenemos del empobrecimiento de nuestro suelo se debe a el sistema radicular de las malezas, sistemas radiculares que pueden llegar a 50 cm de profundidad, y durante muchos años, nuestros suelos no es que sean muy pobres, es que algo no nos da rentabilidad, ni productividad, ni sostenibilidad, una planta fuera de lugar nos está extrayendo paulatinamente todas esas reservas nutricionales que hay en el suelo, una mina de nutrientes que Dios nos brindó al crear la tierra para el sustento de nuestras familias y hoy miles de niños están muriendo de hambre, familias que no tienen empleo, porque esta planta nos está dejando el ganado sin comida, plantas que se están adaptando tanto que pueden llegar a medir 1 metro y medio de altura; pero esto nos indica que hay una oportunidad muy grande, en lugar de malezas, comida, en lugar de malezas, forrajes.
¿Cómo puedo cambiar las malezas por comida sin aplicar herbicidas?, porque una de las debilidades del ganadero es que gran parte de su rentabilidad está quedando en la compra del herbicida, en la aplicación del herbicida, hemos desarrollado una tecnología para preparar suelos sin aplicar herbicidas, y se llama “Modernización en la mecanización para transformar suelos fértiles en suelos productivos con labranza mínima”, fueron tres décadas de investigación y lo hemos logrado, hoy sin aplicar un solo litro de herbicida, y consiste en la incorporación de biomasa de entre 400 y 500 toneladas al suelo. ¿Ustedes se imaginan cómo repercute incorporar 400 a 500 toneladas de esta biomasa en este suelo? Se incrementa la actividad microbiana del suelo, se transforma este suelo en una estructura mucho mejor que la original, y todo esto con una labranza mínima. ¿Dónde se pueden conseguir 400 a 500 toneladas de biomasa en un almacén agropecuario? Las fincas de Latinoamérica en este momento son una mina de biomasa, utilizando las malezas para incorporarlas al suelo, a través de una técnica que desarrollamos en Tierra Pastos y Ganado, para que usted aprenda con nosotros que ya no se necesitan herbicidas.
Hemos descubierto que donde hay una mata de maleza dejan de existir entre 4 y 10 matas de pastos, que donde hay una mata de maleza no hay comida para una vaca en un metro cuadrado, eso significa, que en Latinoamérica, para que una vaca o un novillo encuentre la comida, necesita entre cuatrocientos y setecientos metros cuadrado al día, o en los peores casos hasta novecientos cincuenta metros cuadrados, caminando, compitiendo y buscando entre la maleza que comer; con la técnica de ganadería intensiva que desarrollamos en Tierra Pastos y Ganado, se puede llegar a entregarle sesenta metros cuadrados por vaca o por novillo día.
Para resumir, no necesitamos herbicidas para acabar con las malezas, mecánicamente con un sistema desarrollado durante tres décadas ya sabemos cómo incorporar esta maleza para mejorar la estructura bioquímica del suelo, pero lo más importante, por cada mata de maleza no hay de cuatro a diez matas de comida y que hoy ya no necesitamos una ganadería extensiva, con una ganadería intensiva, manejando los pastos como verdaderos cultivos, ya no necesita el animal entre cuatrocientos a setecientos metros cuadrados día para encontrar la comida, hoy con esta técnica para alimentar un vacuno se necesitan sesenta metros cuadrados día promedio. Es necesario transformar malezas en comida, “Más comida en menos área para más animales, más comida en menos área para mayor rentabilidad” y darle en una ganadería intensiva sesenta metros cuadrados diarios por animal en promedio; así podremos pasar de entre cuatrocientos a setecientos metros cuadrados en ganadería extensiva por animal, donde el ganado compite entre las malezas por la poquita comida en cantidad y en calidad que hoy tenemos en Latinoamérica, a sesenta metros cuadrados día en promedio y lograr cargar entre cinco y siete cabezas por hectárea año en producción de carne y leche.
Enero 2018.
diciembre 3, 2020
Hola,mi zona en maruecos la mayor parte se dedican al la ganaderia tradicional,viendo vuestro videos con El Sr Alvaro he pensado hacer un projecto poloto en mi region que sera un exito para ganar dinero y propaganda vuestra experiencia en Afrika .
Attentamente Abdennabi El yamani