La fertilización es uno de los pilares para lograr que una hectárea de pasto de corte produzca hasta un millón de kilos de forraje al año. Muchos ganaderos piensan que basta con sembrar, pero en Tierra Pastos y Ganado enseñamos que la clave está en aplicar un plan de fertilización integral, basado en una Carta de Suelos y en la etapa de desarrollo de la planta.

En este blog te explicamos cómo, cuándo y con qué fertilizar, y por qué la diferencia entre una finca tradicional y una tecnificada comienza en el manejo de los suelos.

El punto de partida: semilla y suelo

Todo comienza con una semilla certificada de alta calidad y con un suelo bien diagnosticado.
Por eso, nuestro paquete técnico no solo entrega la semilla, sino también:

• Una Enmienda especial exclusiva para bancos de semilla.

• Micorrizas para mejorar la absorción de nutrientes.

• Abonos orgánicos que integran la fertilidad del suelo con la nutrición de la planta.

Así aseguramos que desde la germinación haya vigor y que cada yema produzca tallos fuertes y productivos.

¿Cuándo iniciar el plan de fertilización en pastos de corte?

Un error común es fertilizar desde el primer día. La realidad es diferente:

• Antes de los 25–30 días después de la germinación, no se debe fertilizar.

• Durante esa etapa inicial, la planta utiliza los nutrientes de la semilla y de la enmienda integrada en la siembra.

• A partir de los 30 días, comienza el plan de fertilización real, adaptado a los resultados de la Carta de Suelos.

Esto garantiza que el desarrollo fisiológico sea fuerte, con tallos gruesos y vigorosos.

En Tierra Pastos y Ganado recomendamos un enfoque integral:

1. Fertilizantes orgánicos → mejoran la estructura del suelo y aportan carbono.
2. Fertilizantes minerales → aportan nutrientes de liberación lenta y equilibrada.
3. Fertilizantes químicos → corrigen deficiencias puntuales y aceleran el desarrollo.

El equilibrio entre estos tres tipos de fertilización depende del tipo de suelo (arenoso, arcilloso, mixto) y de la capacidad de intercambio catiónico, datos que se obtienen en la Carta de Suelos.

Resultados esperados de una fertilización adecuada

Con un plan de fertilización bien diseñado, una hectárea de pasto de corte puede sostener:

• 20 a 22 vacas doble propósito en producción de leche.

• 25 a 32 novillos en proyectos de ceba, dependiendo de la altitud.

Esto significa que con solo una hectárea tecnificada, un productor puede lograr lo que tradicionalmente se requiere en 100 o más hectáreas de pradera extensiva.

? Aquí está la verdadera diferencia entre una finca tradicional y una finca empresarial tecnificada.

Más que fertilización: visión empresarial de la ganadería

Fertilizar no es solo echar abono; es parte de un proyecto empresarial. En nuestros seminarios y asesorías enseñamos a calcular:

• Costo real por kilo de forraje producido.

• Costo por litro de leche y por kilo de carne.

• Relación entre la inversión en fertilización y la ganancia en productividad.

Cuando un productor conoce estos parámetros, deja de pensar en hectáreas y empieza a pensar en eficiencia por área, logrando más con menos tierra.

Nuestro servicio: fertilizantes y acompañamiento

En Tierra Pastos y Ganado no solo enseñamos la técnica, también ponemos a disposición de los ganaderos los fertilizantes específicos que recomendamos:

• Enmiendas especiales para bancos de semilla.

• Abonos orgánicos diseñados para suelos de ganadería.

• Fertilizantes minerales y químicos ajustados según la Carta de Suelos.

Todo esto acompañado de asesoría técnica para que el productor sepa exactamente qué, cuánto y cuándo aplicar.

Fertilizar una hectárea en pasto de corte no es un gasto, es una inversión estratégica. Con el plan adecuado, puedes transformar tu finca en un proyecto productivo rentable y sostenible, produciendo carne y leche con base en forrajes de alta calidad.

En Tierra Pastos y Ganado te ofrecemos tanto los fertilizantes necesarios como el acompañamiento técnico para que logres los mejores resultados.

? Contáctanos hoy y empieza a producir más comida para tu ganado con menos tierra, gracias a la fertilización integral de pastos de corte.

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